¿Estás eligiendo el sistema adecuado de extinción de incendios por aerosol? Aquí te contaremos sobre los sistemas de supresión de incendios en aerosol.
A finales de la década de 1980, los científicos rusos lograron desarrollar una tecnología revolucionaria de extinción de incendios mediante aerosol, que permitía apagar incendios sumergiéndolos en un gas coloidal. Esto abrió nuevas posibilidades en la investigación para sustituir los halones, que eran compuestos dañinos para la capa de ozono.
Los aerosoles, en este contexto, se refieren a sistemas coloidales que utilizan gas (generalmente aire) como medio de dispersión y partículas sólidas o líquidas como dispersantes. Los aerosoles son comunes en la naturaleza, como nubes, humo o niebla, y sus partículas tienen un tamaño del orden de 10^-5 a 10^-1 μm, lo que les permite fluir como gases y difundirse alrededor de obstáculos.
Existen tres generaciones de sistemas de extinción de incendios por aerosol. La primera generación utiliza un mecanismo que se convierte en aerosol mediante una reacción de oxidación-reducción.
Por otro lado, la segunda generación incluye el extintor de incendios en aerosol tipo K, donde el principal oxidante es el nitrato de potasio. Aunque estos aerosoles son altamente eficientes en la extinción de incendios, presentan un problema debido a la alta cantidad de iones de potasio que absorben humedad, formando una solución conductora que puede dañar equipos electrónicos y reliquias culturales.
En contraste, la tercera generación de sistemas de aerosol, conocida como tipo S, utiliza sal de estroncio como oxidante principal. A diferencia del aerosol de sal de potasio, los iones de estroncio no absorben humedad ni causan daño a los equipos eléctricos. Esto ha permitido su aplicación exitosa en miles de proyectos de ingeniería, incluyendo estaciones base de comunicación, donde la protección de equipos electrónicos es fundamental.
Los sistemas de supresión de incendios que tenemos disponibles en FAYERE, cuentan con aerosoles de última generación para proteger cableado, motores y partes eléctricas del dispositivo, y a la vez extinguir un incendio de manera rápida y eficaz.
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